Con la inyección de dinero que tanto Jaguar como Land Rover han recibido gracias a su adquisición por parte de Tata Motors, el desarrollo de vehículos híbridos para ambas marcas ya está en marcha, aunque desgraciadamente todavía tendrán que pasar cinco años hasta que veamos sus frutos.
Un diésel de seis cilindros de 3,0 litros, una versión más grande del actual 2,7 litros y un nuevo V8 de 5,0 litros con inyección directa serán usados como base para los nuevos trenes híbridos, aunque aún en ambas compañías no hay consenso respecto a cual es el sistema que usarán finalmente. Una nueva transmisión ZF de ocho velocidades es pieza clave para el desarrollo de los nuevos modelos ya que ayuda al ahorro de combustible y es compatible con los sistemas Start/Stop. Las compañías inglesas también parecen estar interesadas en el motor eléctrico Dynastart de ZF, una unidad que reemplaza al convertidor de par y que puede ser usada en híbridos suaves o en vehículos totalmente híbridos. El Dynastart será usado por Mercedes en la próxima generación del Clase S. Además de eso, Land Rover estaría considerando una solución conocida internamente como \"Electric Rear Axle Drive\", un motor eléctrico montado en la trasera de sus vehículos. Si bien por el momento no hay nada seguro, Jaguar podría tener a la venta una variante totalmente híbrida del XJ para 2012.
Tanto Jaguar como Land Rover recibieron recientemente financiamiento gubernamental para el desarrollo de tecnologías respetuosas con el medio ambiente y buena parte del trabajo que se realizará en los venideros híbridos de ambas marcas es en respuesta a dicha iniciativa.
