Durante casi dos décadas, Ford ha llevado a sus espaldas el peso de Jaguar con la esperanza de que algún día fuera rentable, y justo cuando decide tirar la toalla, el fabricante inglés va y registra el primer aumento de ventas en dos años. Solo en Europa, las cifras de Jaguar estallaron un espectacular 69,6%. Automotive News atribuye parte de este éxito a Tata Motors, aunque parece mucho más lógico pensar que el auténtico responsable de estos números es el nuevo XF. Jaguar ya tiene 18.000 clientes haciendo cola en los concesionarios, y la publicidad que ha recibido el modelo también ha conseguido mover el resto del catálogo de forma indirecta.
Dicho esto, posiblemente lo de Ford no haya sido mala suerte. De hecho, lo más probable es que sus ejecutivos se desvivieran por asegurar el éxito del XF a toda costa, no ya por los posibles ingresos que pudiera reportar el sedán al grupo, sino para justificar de alguna manera el dinero que pedían por Jaguar.

