
Está claro que los hay que nacen con estrella, y los hay que nacen estrellados. Carl-Peter Forster, ex-presidente de Opel y General Motors Europa, abandonó GM por sorpresa después de que su directiva cancelara la venta de la firma de Rüsselsheim a Magna, y cuatro meses después regresa como CEO de uno de los grupos automovilísticos más potentes del mundo: Tata Motors.
Forster, que lleva trabajando en esta industria 24 de sus 55 años, fue directivo de BMW durante más de una década antes de saltar en 2001 a las oficinas de GM. Ahora, este ejecutivo inglés hijo de diplomático alemán, ha sido escogido por Ratan Tata para tomar las riendas de su división de automóviles y asumir al mismo tiempo el liderazgo de Jaguar-Land Rover, vacante desde que David Smith dejó el grupo inglés allá por enero. En sus manos quedará por tanto el lanzamiento del Nano fuera de la India, pero también la resurrección y enriquecimiento de Jaguar y Land Rover, sumidas en estos momentos en pleno proceso de reinvención. Buena suerte.

