Para mi, lo realmente bonito de una restauración es que acabas conociendo el coche hasta su última tuerca y sin querer te conviertes en un erudito del modelo, te tragas todo libro que encuentras, aprendes que mejoras le convienen, cuales no, como han de hacerse las cosas para que queden bien, que es mejor esperar a hacerlo deprisa y mal, que la solución barata nunca es la conveniente... y es esa primera restauración la que te da esa experiencia global. Luego cada coche tiene lo suyo, pero es la primera con la que de verdad aprendes y sufres, tanto que a veces te dan ganas de tirarlo por un terraplén y olvidarte del trasto... pero luego lo terminas, le haces el rodaje, subsanas las tonterías de ajuste iniciales típicas... y tienes un coche virtualmente nuevo, para 40 años más, y es entonces cuando disfrutas como un poseso de él. Saber que puedes disfrutarlo en toda su extensión sin miedo a que nada se rompa, no tiene precio.
Las demás restauraciones van casi rodadas en comparación, o al menos esa es mi experiencia con dos a mis espaldas. La segunda fue un camino de rosas.
¿Repetiré? Seguramente... aunque tengo un proyecto de algo más moderno, aunque mejorado dinámicamente. Ando enredando con buscar un XJS cabrio, V12, de entre en 87 y 89... y meterle una suspensión bilstein, frenos Coppercraft, caja manual Tremec o Getrag de 5 marchas y algún toque aquí y allá en el motor para liberar algún CV extra... pero de estética dejarlo absolutamente original. Cada vez que voy al "taller de gatos" y veo un XJS... en fin.
Luego los gustos de cada uno y la edad influyen en las preferencias... para mi son míticos los deportivos de los ´60... pero me vuelven loco los coches de los ´80, esos que cuando era chaval me hacían girar la cabeza como la niña del exorcista... de ahí los del XJS, o un Aston Martin Vantage, 911 Turbo (930), etc... y curioso que casi todo el mundo se pirra por los coches de cuando era chaval (mi padre y sus cohetaneos con los de los ´60, mis amigos y yo con los de los ´80).
Mal vicio este...
