Cuando arrancas el proceso de desarrollo de un coche, dos son los primeros puntos a trabajar con los prototipos: Comprobar la plataforma y comprobar las exigencias de refrigeración. Para hacerlo, los fabricantes toman la chapa estampada del piso y todo el sistema de suspensión del nuevo modelo, así como sus subchasis, y sobre ellos montan "una carrocería cualquiera" para poder sacar a rodar los componentes de "la base" del nuevo coche, antes de invertir en crear la parte superior del monocasco.
Además, en esa aventura también se intenta incluir una calandra y un frontal que, en líneas generales, dejen pasar el mismo caudal de aire que el diseño definitivo del morro del coche, para valorar si esa "boca" es suficientemente grande para refrigerar la mecánica.
Gracias a estos experimentos de fases iniciales nos acabamos encontrando auténticas obras imposibles en el plano estético, como esta mula del SUV de Jaguar, que mezcla faros de XF con tomas de aire "definitivas", suspensiones y tren rodante de SUV, pero muchas piezas de carrocería también de XF.
La firma del gatito británico está probando con todo esto la base del que será su primer SUV, destinado a militar en el segmento D de los "todocamino", enfrentado al Q5 y al X3. Este nuevo modelo, de chasis de aluminio, estará derivado a su vez del nuevo sedán de segmento D de la marca, que tentativamente conocemos como XS y que ya habíamos visto en fotos espía anteriores unas cuantas veces.
El SUV derivado del XS podría llegar al mercado, como pronto, a finales de 2015, así que tranquilo, aún quedan muchos meses para ver la evolución de mula a prototipo camuflado, y de ahí a fotos definitivas. Calma.