Seis delitos de tráfico que se castigan con prisión

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TheShadow
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Seis delitos de tráfico que se castigan con prisión

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Los conductores que cometan un delito de tráfico pueden ir a la cárcel desde diciembre de 2017. Fue entonces cuando se aprobó la reforma del Código Penal que incluía la posibilidad de que las infracciones más graves, especialmente aquellas que supusieran un "desprecio manifiesto por la vida de los demás" se castigaran con penas de prisión.

Desde entonces, se ha contabilizado cerca de un millón de delitos contra el tráfico y se han dictado más de 600.000 condenas.

A día de hoy, según el último informe "Delitos y criminalidad vial" que publica la Fundación Línea Directa, hay 1.200 conductores en la cárcel cumpliendo penas por delitos contra la seguridad vial.
Qué delitos del tráfico se castigan con cárcel
Exceso de velocidad. Superar la velocidad permitida en 60 km/h en vías urbanas y en 80 km/h en vías interurbanas.
Penas de entre tres y seis meses de cárcel.
Además de multa de tres a seis meses (pago de una cuota diaria que se suele establecer en función del poder adquisitivo del conductor, trabajos de ayuda a la comunidad durante un período comprendido entre 30 y 90 días y la retirada del permiso de conducir de uno a cuatro años.
Consumo de alcohol y drogas al volante. Conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida puede ser infracción o delito. Si la cifra en aire espirado supera los 0,60 mg/l o si se conduce bajo los efectos de drogas y estupefacientes, la sanción es de tres meses de cárcel.
Además se paga multa de seis a 12 meses, trabajos de ayuda a la comunidad durante 31/90 días y retirada del permiso entre uno y cuatro años
Conducción temeraria. Se entiende por tal conducir con temeridad manifiesta. Aquí hay diferentes consideraciones:
Conducir a velocidades o con tasas de alcohol superiores a las consideradas como delito. En estos casos la pena de prisión oscila entre seis meses y dos años, más la retirada del permiso de conducir entre uno y seis años.
Conducir con desprecio manifiesto a la vida de los demás eleva la pena mínima de prisión a dos años y la máxima a cinco años. Además, en estos casos se requisa el vehículo y el conductor se enfrenta a una multa de entre 12 y 24 meses y la retirada del permiso de conducir hasta 10 años. Sería, por ejemplo, el caso del conductor kamikaze que provocó un grave accidente en la A-8.
Conducir de forma temeraria pero sin poner en peligro la vida de terceros conlleva penas de cárcel de uno a dos años, multa de seis a 12 meses y retirada del permiso de seis a 10 años. El vehículo con el que se ha cometido la infracción es requisado.
Negarse a pasar un control. Si la Guardia Civil te da el alto y te niegas a realizar el test de alcohol o drogas estarás cometiendo un delito que se castiga con penas de entre seis meses y un año de cárcel. También te pueden retirar el carnet hasta cuatro años.
Crear riesgo para la circulación. Este delito es bastante más difícil de definir pero si los agentes de tráfico consideran que tu comportamiento supone un riesgo para la circulación te pueden acusar de un delito de tráfico que te puede llevar a la cárcel entre tres y seis meses. Quizá de esto te libres, pero no del pago de una multa durante uno o dos años y de realizar trabajos de ayuda a la comunidad durante un tiempo comprendido entre 10 y 40 días.
Conducir sin carné. Perder todos los puntos del permiso o conducir después de que un juez te haya prohibido hacerlo es un delito (aquí tienes un práctico para saber cuántos puntos te quedan). También lo es ponerse al volante de un coche si nunca te has sacado el permiso o si el tuyo ha perdido la vigencia. La pena es de cárcel entre seis meses y dos años, el pago de una multa hasta dos años y trabajos de ayuda a la comunidad entre 31 y 90 días.

Qué tiene que pasar para que un conductor vaya a la cárcel
El 17% de los conductores españoles reconoce haber cometido algún delito contra la seguridad vial. La afirmación suena fuerte, pero es que conducir habiendo tomado un par de copas o superar los 200 km/h en una autopista son delitos.

Lo que mucho no saben es que estas acciones les pueden llevar a pasar una temporada a la sombra.

A día de hoy, los relacionados con el tráfico suponen el 35% de los delitos que se cometen en España (por encima de los delitos de lesiones o los robos). La proporción de procesos que acaban en sentencia condenatoria ha aumentado notablemente en los últimos años, pasando de un 66% de los juicios en 2008 a un 85% en 2015.
Ahora bien, esto no significa que todos los conductores condenados terminen en la cárcel.

El Código Penal establece la posibilidad de que el juez permita no entrar en la cárcel a conductores que hayan sido condenados a menos de dos años de prisión siempre y cuando no tengan antecedentes penales.

Ojo, que esto no significan que todos los condenados a menos de dos años sin antecedentes se libren de su paso por prisión, la decisión queda en manos del juez. Y aunque es cierto que es una práctica extendida, no siempre se aplica.

Mario Arnaldo, presidente de la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) nos explica el gran cambio que llegó en 2017. "Con el nuevo Código Penal todo aquél que comete un homicidio imprudente como consecuencia de un delito del tráfico tiene pena de cárcel".

El homicidio imprudente está castigado con penas de prisión de entre uno y cuatro años. Significa esto que el juez puede elegir en ese tramo la condena que impone al autor de los hechos. Ahora bien, en 2007, se decidió que cuando la muerte era consecuencia de un delito de tráfico (algo que sucede en el 14% de los fallecidos viales), el juez tendría que impone runa pena superior a la mitad superior de la pena, esto es, 2,6 meses.

"De esta forma se consigue que nadie que, por ejemplo, ocasione un atropello con resultado de muerte se quede sin pasar por la cárcel", explica Arnaldo.
El delito más habitual es el de conducir bajo el efecto del alcohol o las drogas
De las cerca de 650.000 sentencias condenatorias que se dictaron entre diciembre de 2007 y abril de 2017, el 60% fue por consumo de alcohol y drogas. Por detrás se sitúan los delitos por circular sin permiso de conducir (27%), provocar un grave riesgo para la circulación (7%)y negarse a hacer un test de drogas o alcohol (3,5%).
Sin embargo, de los 1.200 reclusos que actualmente cumplen condena en prisión, el 39% fue condenado por conducir sin permiso y el 22% por homicidio imprudente.

El caso Farruquito, un antes y un después
El 29 de septiembre de 2003, un BMW se saltó un semáforo en rojo a gran velocidad (circulaba a 90 km/h en una zona limitada a 40 km/h). Como resultado de su imprudencia, el conductor atropelló a un joven de 35 años. Lo mató.

El caso ocupó muchos titulares porque el conductor que cometió el delito contra el tráfico era Farruquito, un conocido bailaor de flamenco.

Tres años y medio después, Farruquito fue condenado a tres años de cárcel, dos por homicidio imprudente y uno más por omisión de socorro.

De los 36 meses de condena, solo pasó 14 en prisión. Su caso abrió el debate y fue impulsor de la reforma del Código Penal que se aprobó unos meses después. Muchos dicen que el bailaor fue víctima de una sentencia ejemplarizante, pero lo cierto es que desde que se aprobara la reforma legislativa casi 3.000 personas han perdido la vida en el asfalto por culpa del comportamiento delictivo de otro conductores.

Radiografía del condutor-delincuente
El último informe de la Fundación Línea Directa muestra que aunque son los conductores jóvenes de entre 18 y 24 años los que reconocen haber cometido más delitos al volante, la mayor parte de las condenas corresponden a hombres de entre 41 y 50 años.

El informa muestra también que aunque 1,2 millones de conductores reconoce haber superado en alguna ocasión los 200 km/h en autopista, tan solo un 0,6% de las condenas son por exceso de velocidad (eso pondría en duda la eficacia de los radares de la DGT, ¿no te parece?).

Por comunidades autónomas, Baleares, Murcia y Galicia, son las regiones con mayor número de conductores condenados a prisión por delitos contra el tráfico. En el lado contrario se encuentran Cantabria, Extremadura y Aragón, con índices muy inferiores a la media española.
Por tipo de delito, Cataluña resulta ser la Comunidad con mayor proporción de condenas por exceso de velocidad y por negativas a realizar pruebas de alcoholemia o de detección de drogas. Por su parte, Baleares lidera el ránking en delitos por conducción bajo la influencia del alcohol y las drogas y Murcia, el de conducción sin carné.
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